jueves, 19 de enero de 2017

El éxisto: ¿Trabajo duro o suerte?



Uno de las metas que nos vamos fijando como seres humanos es lograr el éxito en todas aquellas acciones que desarrollamos, desde el hecho de pasar una materia en el colegio, hasta lograr conquistar un amor que creíamos imposible, pero ahora la pregunta a responder es saber ¿Cómo es que se logra este éxito?

Pues bueno, desde mi punto de vista la vida nos va presentando una serie de oportunidades, las cuales cada uno de nosotros decide si las toma o no, y cada quien sabe hasta qué punto las podremos capitalizar.

El éxito podría considerarlo como la consecución de estos dos factores, saber que tenemos un poco de suerte, pero conscientes que el trabajo duro es que él nos va llevar a lograr el éxito.

Día con día nos levantamos de la cama sin tener la más mínima idea de lo que nos va a deparar el destino, si bien es cierto la noche o día anterior podemos realizar un sinfín de planes para el siguiente día, sin embargo nos damos cuenta que desde el momento en que ponemos un pide fuera de la cama todos los planes que habíamos realizado se van ir tornando de un modo muy distinto al que creíamos. Con esto no digo que la meta que nos fijamos o el objetivo que definimos como la consecución del éxito sea otro, sin embargo los planes se van cambiando minuto a minuto.

Ahora bien, ¿Por qué digo que influye la suerte en lograr el éxito?, pues bueno, como le dije hace un momento los planes que vamos realizando se van modificando con el tiempo, y es aquí donde viene la suerte, pues bien podríamos tener la fortuna de que la actividad que realizamos se torne más fácil de lo que pensamos y en consecuencia logremos llegar a la meta de una forma más rápida y fácil, pero del mismo modo podríamos tener la mala suerte de que el trabajo a realizar sea un poco más complicado de lo que habíamos planeado y nos cueste más trabajo llegar a nuestra meta, sin embargo creo que lo importante aquí es tener fija cual es nuestro objetivo o el éxito que logramos alcanzar, como lo dice una frase "cambia los planes, más nunca la meta".

A partir de lo anterior puedo decir que llegar al éxito no es otra cosa más que aprovechar cada una de las oportunidades que te va presentando la vida día con día, aprovechar esos chispazos de suerte y capitalizarlos, y bien si no es buena suerte trabajar un poco más duro pero no decaer hasta lograr el éxito.


Experiencias, circunstancias positivas o negativas nos van forjando como personas, por ello hay que aprovechar las oportunidades que se nos presenten y aprender de la adversidad, que poco a poco y paso a paso nos iremos acercando más al éxito, sumando a ello un trabajo y esfuerzo duro.