Decisiones...

A lo largo de nuestra vida nos pasamos el tiempo tomando una serie de decisiones, desde el momento en que ponemos un pie fuera de la cama, hasta el momento en que nos vamos a dormir.

El problema no es el hecho de tomar una decisión, pues no sólo se trata de responder con un "SI", un "NO" o un "ADIÓS", si no hacer conciencia del alcance que pueden tener éstas en nuestra vida.

Creo que en ocasiones dejamos estas decisiones a ciertos impulsos que nos están motivando en ese mismo momento, como pueden ser las pasiones (amor, odio, coraje) o los miedos constantes, dejando de lado esta función que debería realizar la razón a la pasión.

Siempre he creído que debemos estar conscientes al momento en que tomamos una decisión, dejar de lado aquellos corajes, miedos o dudas y enfrentar las situaciones de una manera razonable, para así, saber que lo que estamos realizando será lo mejor para nosotros.

En ocasiones, esas mismas pasiones nos llevan a expresar o realizar cosas que realmente no creemos o sentimos, y sin darnos cuenta lastimamos a las personas que tenemos a nuestro lado.

Cuantas veces hemos escuchado a personas decir que cometieron un error, que tomaron una mala decisión y que en lugar de encarar los problemas simplemente dieron la espalda a éste y se retiraron sin decir más, y el problema no se quedó ahí, sino como dicen "el tiempo no perdona" y cuando se dieron cuanta está persona ya no está a tu lado.

Creo que hoy sólo me queda por decirte, que seamos conscientes de las decisiones que tomamos, y siempre que lo hagas te tomes un tiempo de más y dejes en claro que ésta decisión la está tomando la razón y no la pasión.

Habla, exprésate, aclara tus dudas, nunca te quedes callado...

 y toma la decisión que creas será lo mejor para ti.

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